Merkur Dosniha

Para nosotros hubo ciertamente un antes y un después de la adquisición de esta flejadora. Antes, flejar un palet era un trabajo lastimoso para el operario, sucio, desmotivante, cansado y lento, o sea, improductivo. El flejado era ciertamente una operación cuello de botella de libro. Hoy en día eso no es así. Los trabajadores flejan rápido y con una sonrisa en la boca. Hemos salido todos ganando.
Ángel Martínez